En 23 kilos, no cabe el trabajo, no caben problemas y hay que dejar achaques y quejas.
No me llevaré la tos por las tardes ni la gripa al despertar.
Estoy dejando el miedo y el sueño; el aburrimiento y el mal humor.
También tuve que sacar el celular, el internet ilimitado, el facebook, el Messenger, el mail y el blog.
Pero en 23 kilos llevo lo necesario.
Me llevo pantalones, faldas, cepillo, zapatos, guías de viaje, documentos, mapas, lentes, linterna, cámara, navaja y un montón de planes.
Me grabé 100 fotos en los ojos que quiero comparar con la vida real.
Memoricé 10 lugares que no me quiero perder.
Me llevo el anhelo de un buen vino, de una rica comida, de probar el pan, de tomar agua y de enamorarme de algún postre
Me llevó un cuaderno en blanco para que sea mi bitácora de viaje y guardé también un nuevo libro que leeré en el viaje y que seleccioné cuidadosamente.
Me llevo mi vida de ida y vuelta…
Me llevo mis pensamientos de vacaciones.
Me llevo la pulsera roja que prometí no quitarme
Y he dejado un espacio libre, para que en esos 23 kilos también me quepa un souvenir
23 Kilos es el peso de mi caparazón
23 kilos … check
