20120520

MALINCHISMO

MALINCHISMO

¿De dónde nace el rechazo hacianuestros orígenes?

A pesar de haber criticado fuerte y públicamentea aquellos que se quejan de su naturaleza mexicana.   A pesar de que me considero profundamente orgullosa demi origen latino y de la mezcla indígena y española queestoy segura corre por mis venas. A pesar de mil justificaciones que podría inventar en un parpadeo, hoy mesiento mal, muy mal entre los míos.

Vengo viajando de regreso a México.   Acabo de pasar una semana en uncongreso de 750 personas en donde sumábamos en total 5 mexicanos (2aparentemente inexistentes pues solo vi sus nombres registrados).   El comúndenominador eran "gringos" (como despectivamente se sienten llamadosalgunos), pero tuve oportunidad de hablar con personas de Japón, Canadá,Inglaterra, Brasil, Argentina, Suiza e India.

Mi pensamiento hoy en la madrugada,reciénme desperté,fue: "que alegríavolver a casa". 

Y  he aquícómo avanzó mi día:

Me levanté 6.05am,despuésde mi segunda llamada de despertador que sonaron 5.45am y 6.00am (tal como las pedí en recepción el díaanterior).    Cuando bajé a recepción ya tenían mifactura lista y el taxi esperándome(tal como lo solicitéx teléfono).  El check out me tomó menos de 2min.  Y el trayecto al aeropuertounos 25min

De hecho ahora que hago memoria,todas las reuniones y eventos iniciaron y terminaron a tiempo, incluso losdescansos duraron lo estipulado. Cuatro díasviviendo en un mundo puntual se convierten en un oasis para la locura de vidaque llevo.    Para llegaral congreso caminaba 10 min todos los días.   No tráfico,no claxons, no manifestaciones, no contaminación.  Una semana de conversaciones productivas, aprendizaje ytrabajo intenso con sesiones de 12 y 14 horas.  Me siento satisfecha.

Primero viaje de Filadelfia aAtlanta, en donde tuvimos un retraso de 30min.   El piloto realizó anuncios finales, ofreció disculpaspor el retraso y nos solicitóde manera solemne que permaneciéramosen nuestros asientos, ya que lamentablemente estaban trasladando a un soldadofallecido y necesitaba que la escolta saliera primero.    A pesar de que la mayoría de lospasajeros teníamosvuelos de conexiónque tomar en breve, nadie reclamóni se quejó.  Y mejor aún, nadie se paró de suasiento.    Fue un momentomuy significativo el silencio que invadió la nave, y ver levantarse a losoficiales y dirigirse a su triste misión.    Ordenadamente salimos del avión y paraese momento yo estaba segura que habría perdido mi vuelo, el cual estabaprogramado para salir en 20 min.

Mi sorpresa fue que a la salida había personalidentificando a los pasajeros con tiempo de conexión mascorto, (éramostres).   Antes de darmecualquier indicaciónme sacaron del pasillo para que no estorbáramos (¡!) y nos dio instrucciones para tomarel tren interno que nos llevaríaa nuestro sala.   

Las indicaciones eran precisas, eltren saliósegúnlo programado y en la sala de abordar ya me estaban esperando, es decir que enmenos de 15 minutos ya estaba entrando al nuevo vuelo

Y no "viví feliz parasiempre"...

Entre y el tufo a sudor me hizocontener el aliento.   Eseolor característicoque tienen todos los vagones del metro.   ¿Es que acaso los mexicanos olemos mal pornaturaleza?   Como pude avancea mi lugar, el que casualmente estaba ocupado.   A pesar de que le enseñé mi pase de abordar a la persona queestaba ahí,se negóa moverse y me dijo que "buscara otro lugar!".    Llame al sobrecargo quienme atendiócuando logróconvencer a un par de viejitas de que tenían que documentar el enorme baúl quepusieron en el asiento tras infructuosos esfuerzos de meterlo en elcompartamiento.   La personafinalmente se movióde mi lugar, no sin antes dirigirme una mirada asesina.

¿Porquélos mexicanos buscamos el agandalle? ¿Por quénos cuesta tanto trabajo la convivencia?  

Antes de despegar, el piloto pidió por todoslos medios que las personas apagara sus dispositivos móviles,computadoras, mp3, etc.   Hizo el anuncio en españoly en ingles.   Hizo el anunciotres veces.   Incluso hizo laaclaraciónde que si teníaun botónde ON, cualquiera que fuera el aparato debería estar en OFF.   Y aún así, los sobrecargos tuvieron que pasarde lugar en lugar para que algunos pasajeros insurrectos accedieran aapagarlo. 

¿Quénos sucede cuando se trata de obedecer las reglas?   ¿Esdesconfianza ante la instruccióno sencilla rebeldía?

Para mi sorpresa (y mala suerte), elpasajero sentado enfrente, tenía un problema de caspa bastantesevero que hacíaque su asiento pareciera una imagen navideña.   Yo, del asco y del susto que alguno de sus coposlleguen a mi lugar  preferí nodormirme y dirigir el aire a su cabeza para que la nevada estuvieracontenida.  

En mi vigilia pude contemplarsituaciones peculiares, como la señora que discretamente guardó la cobijadel aviónen su bolsa de mano cuando pensóque no la miraban; o el adolescente que esperó a que se distrajera la azafata paratomar un paquete extra de cacahuates del carrito; o el cansado campesino quesin ninguna inhibiciónse durmiósobre el compañerode asiento y nos ambientócon sonoros ronquidos,

¿Por quésomos desconsiderados y desaliñados?

El vuelo aterrizó y alsonido de las turbinas le siguieron los aplausos de la concurrencia.   Porque eso si, festejamosTODO!   Y aunque en generalsiempre acompañoel festejo hoy no me animéa hacerlo.  Sencillamente no mesentíparte...

Por supuesto que el avión seguía enmovimiento cuando el pasillo se lleno de gente apresurada, celulares sonando,maletas cayendo y codazos repartidos a diestra y siniestra.   Yo salí regañada porqueme neguéa pararme antes de que se apagara la señal de cinturones, lo cual a mi compañero deasiento le parecióuna insensatez asíque sin mayor descaro  brinco porencima de mi....¡!

¿Ypor quéno reaccionamos ante los rebeldes?  ¿Por qué la sobrecargo, el piloto o los otros pasajeros no respondieron? ¿Qué sucede connuestra educación?

Lo triste es que yo sé que si eresmexicano sabrásque no exagero, quizásalguna de estas cosas las habrásvivido o tal vez en tu adolescencia también robaste cacahuates del avión.   

Yo camino con estas reflexiones y unhoyo en la panza, mientras leo:





PÁSALEPAISANO, BIENVENIDO A CASA

2 comments:

CAM said...

Creo que todos hemos experimentado situaciones similares. Es impresionante como despreciamos a la autoridad en nuestro país pero la respetamos fuera de él. No es malinchismo cuando es una crítica real!

Me alegra que hayas regresado bien

Ta

Georgells said...

Hola de nuevo!

Hace mucho no me pasaba por tu blog y es refrescante leerte. Por supuesto que me sentí completamente identificado con tu descripción. Me ha pasado más de una vez.

Creo que sólo te preguntaría si viajaste por Aeroméxico o por alguna línea aérea americana (para saber a qué atenerme en futuras escalas). En mi experiencia, los mexicanos se comportan aún peor en aerolíneas extranjeras...

Justo tu post me ha dado una idea sobre algo relacionado con el proceso electoral que se avecina en México. Sobre las marchas, las ilusiones y ensoñaciones que provocan los candidatos y el apagado sueño de nuestro país.

¿Por qué somos así? Me atrevo a sugerir que tiene que ver con que, como país, como ciudadanos, vemos el mundo como un enorme obstáculo a vencer. Y en esas circunstancias hemos dejado que muera la prudencia, la decencia y la esperanza...

Y a pesar de lo mucho que ahora me cuestiono el amor patrio, puedo decirte que lo hermoso de México es las personas que para mi son especiales. Y tú eres una de ellas.

Bienvenida paisana!!!

G.